TRIATLON CÁDIZ: Dureza concentrada

Tras los triatlones largos de Sevilla y Málaga, toca participar en las pruebas de la zona, en distancias más cortas y con una estrategia y características totalemente diferentes.

Ayer sábado nos fuimos a Cádiz Héctor, Jose Mari Ramírez y yo.

Para mi era el primer triatlón sprint que hacía. Para Jose Mari era, simplemente, su primer triatlón. Para Héctor era, como comentábamos entre bromas varias, su "oportunidad" para batirme...

Allí estábamos los tres, junto a más de 350 triatletas, dispuestos a darlo todo.

Mi reto era cruzar la meta por delante de Héctor, así de claro!! Como dije anteriormente, cada vez me cuesta más y, en estas distancias cortas, con terreno llano en bici, sabía quer iba a ser muy duro.

Esta semana traté de correr tras unos kilómetros de bici. Calculo que no haría más de 800 metros, pero no sentí molestias en los isquios y me vi "ligero".
Decidí no correr más y pensé que si en Cádiz me bajaba de la bici con esas sensaciones, podría hacer al menos un par de kilómetros a buen ritmo.  Era algo imprescindible si quería alcanzar a Héctor, pues sabía que al salir del agua entraría en un grupo rápido y no podría recortarle diferencia en este sector.

Por otro lado, estos días entrené muy bien la natación, en mar abierta y en mal estado, con series anaeróbicas para acostumbrarme al agobio que sabía que iba a sufrir en esta prueba... y para minimizar en lo posible la diferencia con mi compañero de fatigas.

Momento de la salida: Jose Mari y yo nos vamos a la zona de los "chocos", al extremo del grupo, para no agobiarnos con toda la gente, patadas, manotazos y demás problemasque tiene salir entre el mogollón. Hacemos más distancia, pero evitamos pasarlo mal...
En este sector Héctor me saca 1 minuto 16 segundos.  La transición es muy rápida y salgo a tope con la bici. 20 kilómetros por autovía, adelantando gente y haciendo pelotón. Cuando me acerco al punto de giro, pasa el lider de la prueba (Este está en otro nivel...) rodando en solitario y con una ventaja escandalosa. Pasa un grupo selecto y, después, el grupo en el que va enganchado Héctor, que me ve y me deleita con una sonrisa al verme tirar de mi grupo. Entre el suyo y el mío hay un pelotón más y me propongo alcanzarlo.
La vuelta, con viento en contra, no invita precisamente a ponerse a tirar en cabeza y sólo damos relevos tres triatletas. Aun así, en este sector le arranco a Héctor.... 3 segundos!!
Llegando a boxes lo veo ya corriendo y además, a un ritmo cojonudo!!
Esto va a ser muuuuy duro, pienso mientras me quito las zapatillas y entro en boxes corriendo. No quería perder ni un segundo y ni siquiera cogí el garmin para ver ritmo y pulso en la carrera a pie.
Empecé a correr lo más rápido que pude, a un ritmo asfixiante, al límite... Psicológicamente necesitaba ver pronto a Héctor o no sería capaz de mantener ese ritmo.
Cerca del giro de la carrera a pie, lo veo (Si no fuera tan alto... je, je, je). Sigue a buen ritmo, está claro que si lo quiero alcanzar tengo que seguir sufriendo.  Llego hasta él a los tres cuartos de carrera, más o menos. Ahí bajo por fin el ritmo. Estoy al límite, el ácido láctico me abrasa por dentro. Me recupero y mantengo el ritmo hasta el final.
En Meta, la ventaja es de apenas 20 segundos!!
Le digo que estamos entre lo 80 mejores, que hemos hecho un carrerón (Venimos de la larga distancia y esto es otro mundo...) y no me cree. Resultados: 71º y 80º!! Saludo y satisfacción para ambos.
Jose Mari acaba la prueba muy bien. Contento y dando un buen rendimiento. Está claro que en estas distancias la natación es decisiva y debe trabajar este sector. Si sigue así, mejorará muchísimo.
Una vez más, veo que los entrenos funcionan, que mis "pupilos" progresan a un ritmo muy bueno. En el caso de Héctor, el más disciplinado de todos, la progresión es espectacular. Se nota que ha sido deportista, que ha competido y sabe lo que cuesta obtener buenos resultados...

Una lección que nunca olvidaré:
Hace muchos años, cuando aún era juvenil y estaba remando en Santoña, salí a entrenar en skiff (Embarcación individual). Al mismo tiempo salía un Senior de los que admiraba (Campeón de España varias veces y mi primer enrenador). Teníamos que "rodar suave" unos 16 kms. En estos entrenos, cuando salías con aguien, tratabas por supuesto de ir en cabeza. Había algo no explícito pero que todos asumíamos en los entrenamientos y que trasladábamos luego a la competición: Hay que ir siempre por delante!!. Como el entreno era "suave", debíamos manteer un ritmo de remada lento, entre 20-22 paladas por minuto... Nadie podía subir ese ritmo, pero para ir en cabeza aplicábamos en el agua una potencia muy alta al tiempo que dejábamos deslizar la embarcación todo lo posible. Así, tratábamos de "enseñar" al otro que íbamos relajados. Era una guerra mental constante y visto así, cómica, ya que ambos sabíamos a qué estábamos jugando: Queríamos llegar el primero aparentando que no nos costaba.
Como he dicho, yo era Juvenil y mi oponente un auténtico fuera de serie, que seguramente se mantuvo cerca y jugó conmigo todo el entrenamiento para exprimirme.
Cerca de tierra, tras 14 ó 15 kms, decidí dejar de remar tan fuerte y me dejé llevar. Mi compañero se alejó y llegó mucho antes al embarcadero.
Cuado llegué yo, se acercó a mi muy enfadado!! Mirándome muy serio me dijo estas palabras: "Lo que se empieza, se termina". Nunca, nunca, olvidaré esas palabras y cómo me hicieron sentir. Me había rendido y eso para esta gente era intolerable. Aprendí la lección y la aplico desde entonces.
No se trataba sólo de un entrenamiento físico, de ganar al otro. Era un entrenamiento psicológico de primera en el que se aprende a sufrir y a dar el 110%.
No tengo mejores cualidades que la mayoría de triatletas contra los que compito y a los que suelo ganar, pero estoy seguro de que estas lecciones son las que me hacen ser más fuerte que ellos en las competiciones.
Intento transmitir estos conceptos y estas experiencias a quienes entrenan conmigo, sacando de ellos el máximo de su potencial.. y algo más.
El Gallego está en ello y sin duda, es de los míos. Por eso, y sumándole un espectacular progreso en lo físico, me va a ser muy difícil ganarle.
Esto es la competición, como dije en entradas anteriores: Darlo todo!!
Gracias Héctor por seguir haciéndome progresar y luchar!!
Nos vemos en el próximo... je, je, je...