ICAN MALAGA, sabor agridulce


Este domingo estuvimos en Málaga,  en un nuevo desafío pero aún lesionado y sin correr... La natación salió bien. 9 min "solamemte" detrás el mejor nadador es para mi positivo, sobre todo teniendo en cuenta que esta es mi peor disciplina. Tras el caos en la T1 (Se cayeron los soportes de las bolsas de transición y había que buscarlas entre el montón...), me vi volando en la bici. Esta vez sin ruedas de perfil. Las sensaciones fueron muy buenas, la media por encima otra vez de los 35 km/h. Un parcial en bici superado solo por 52 tris... de 800!!  Luego, llego la T2 y nada más ponerme en pie sabía que esta vez, a diferencia de Sevilla, el dolor en la pierna iba a empezar a dejarse notar desde el primer km. Traté de tirar al principio a un "buen" ritmo, pero al ver los parciales (Sólo unos segundos por debajo de 5 min/km!!...) me vine un poco abajo y pensé seriamente en abandonar.  En esa lucha interior andaba, entre el orgullo de haber terminado siempre las pruebas y la sensatez, que contaba como aliado con el fuerte dolor, cuando me vi completando los 10 km. En ese momento observè por primera vez el tiempo de la prueba: 4h 03min... Y como una maldición que se te mete en el cuerpo,  de repente solo podía pensar que aguantando sin parar de correr bajaba de 5 horas!! Ese fue mi nuevo y humilde reto!! Pero me mantuvo centrado en alcanzarlo. Al final, 4:54... y puesto 153!!
Nunca pienso el lo que podría haber hecho si... pero esta vez es inevitable pensar que, en circunstancias normales, sin lesión y con la carrera a pie entrenada, habría estado sin problemas entre los 50-60 mejores...
Podría haber abandonado, era lo más sensato... pero entre las personas que quiero y admiro (Compañeros de fatiga durante muchos años en el REMO), no encuentro a nadie que abandonara o se rindiera ante estas situaciones. Desde muy jóvenes nos enseñaron y aprendimos a sufrir, a luchar y a dar el 110% en las competiciones, superando el dolor y los pensamientos negativos. Aún hoy, con todos superando los 40 años, cada vez que participamos en alguna prueba, mostramos ese carácter luchador y ese espíritu de sacrificio que nos hace sentir orgullosos de quienes somos: "Los de atrás"!!
A ellos se unen mis nuevos compañeros de entreno del Club La Janda y quienes siguen mis planes de preparación física.
Los tuve en mente a todos, y gracias a ellos crucé la meta y me sentí tan feliz como si hubiera ganado! ! Gracias a todos.
Se acabaron los MD, y ahora sí que toca recuperase.  Este año no será,  pero el podium de vet1 (40-44) está al alcance... el objetivo sigue ahí...

EMOTIVA CRÓNICA DEL TRIATLÓN DX2 SEVILLA 2014


 

Crónica de un triatlón superado. DX2 Sevilla 2014.

Habitación del hotel, 04:00am y los nervios arañando las paredes. Es difícil conciliar el sueño. En la habitación se respira una mezcla entre ilusión y tensión que hacen que los ...momentos previos a la competición sean bastante inquietos mentalmente.

A las seis suena el despertador, nos avisa de que hay que preparar todo el material, llevar la bici a la zona de transiciones y desayunar con tiempo suficiente para poder afrontar el primer triatlón de la temporada, el DX2 Sevilla 2014.

Me quedo en hotel mientras ellos realizan todos los preparativos y salgo a su encuentro justo un cuarto de hora antes de la competición. He de decir que nunca había presenciado una prueba de resistencia como la que estaba a punto de comenzar. Realmente, no confiaba mucho en disfrutar como ellos pues tenía la convicción de que iba a ser una jornada demasiado larga e iba a estar la mayor parte del tiempo sola.

Cuando llegué al pantalán, poco antes de que comenzara la prueba de natación, pude entender entonces los sentimientos de Héctor y José durante la noche previa. Me emocioné al ver tal cantidad de gente comprometida con el deporte, procedente de todas partes y de todas las edades. 500 participantes, más voluntarios, organizadores, familiares y público.

Enfundados en sus neoprenos negros y el gorro blanco, parecían un batallón disciplinado que comparte el mismo destino, cruzar la línea de meta. La ilusión en sus rostros era un denominador común. Me quedé impactada por esa energía que transmitían. Un chico invidente y otro sin una pierna me dejaron con el corazón en un puño. Pensé, en esos momentos, que todo era posible y que el deporte tiene un gran poder igualatorio: el espíritu de superación que nos coloca en un plano similar. Y del mismo modo, tiene su poder distintivo, que son los tiempos y las metas que cada uno se marca.

Los participantes, una vez en el agua del Guadalquivir, se movían como una hermandad esperando el inicio de la prueba. Sin perder de vista a mis dos "trijantletas", que ya calentaban haciendo unos largos, aproveché para mezclarme con el público que sólo tenían palabras de ánimo y elogios para los deportistas. De nuevo pensé que el deporte saca lo mejor que tenemos dentro. Una vez más, en silencio, porque ya estaban lejos, les deseé suerte a mis chicos para que hicieran una gran carrera.

La salida fue espectacular, la imagen impactante y el sonido de brazos y piernas contra el agua, recordaban que la lucha por llegar a la meta y obtener esa exquisita recompensa había comenzado.

Apenas media hora más tarde llegaban a la zona de transición los primeros en salir del río. Unos minutos después, se formó un lío bastante importante en este punto, ya que el pasillo para cambiarse y transitar con la bici era muy estrecho.

Entonces, a lo lejos, distinguí la silueta y el logo del Tri La Janda. Me saltó el corazón, preparé la cámara. Llegaba Héctor. Contentísimo. Gran tiempo en natación, menos de 33 minutos en hacer los 1900 metros. Sonrió, me dijo que se encontraba perfecto y salió a pelear con la bici. Apenas tres minutos después llegó Cagigas que, aunque lesionado, se montó feliz en su bici, a sabiendas de que era su disciplina más entrenada. Ambos salieron dispuestos a volar en los 90km que les esperaban.

Fueron dos horas largas sin saber de ellos. Mi mente y mi corazón viajaban en bici, confiaba plenamente en su preparación y sabía en mi interior que esta parte de la prueba era la más divertida para ellos, así que me dediqué a disfrutar y palpar el ambiente con mi cámara al hombro.

Fueron llegando los primeros deportistas para iniciar la última etapa, los 21,1km de carrera a pie. Sin duda esta es la disciplina más complicada porque requiere un gran control mental y esfuerzo físico, además del cansancio acumulado y de los calambres que pudieran aparecer al bajar de la bici.

Le temíamos al calor, el día anterior lo habíamos comentado varias veces. Pero como en una especie de pacto por el deporte, el cielo de Sevilla se alió con la competición del DX2. Las nubes mantuvieron al sol a raya hasta casi el final de la carrera, evitando un sufrimiento añadido como en la edición anterior. Todas las piezas del puzle estaban encajando.

Apareció Cagigas por la transición y poco después Héctor. “Esto ya está casi finiquitado, chavales. ¡A correr!” Estábamos rozando la meta y los espectadores, en los alrededores del puente de la Barqueta, no cesamos de animar a todos los atletas. Cada aplauso tenía el efecto de un remolque y veíamos el agradecimiento en sus caras a pesar del agotamiento. Eso hizo que cada vez el graderío estuviese más animado. El esfuerzo físico a estas alturas era extremo. Pero ahí estábamos, todos juntos haciendo el sueño posible.

Fui testigo de que José no perdió el ritmo, aun arrastrando su lesión. Vi también cómo Héctor empezó la carrera acalambrado y, milagrosamente, notaba que se venía cada vez más arriba según avanzaba. Los últimos kilómetros fueron muy duros porque empezaba a salir el sol y a apretar el calor.

Es indudable que cuando te flaquea la fuerza física, el poder de la mente es el motor del cuerpo.

Y al fin, la meta. ¡Qué alegría! ¡Cuánta emoción! Parejas que se abrazaban llorando, padres e hijos entrando de la mano. De pronto, la primera chica. El chico invidente con su fiel guía y compañero. Viví esos momentos con muchísima intensidad, dándole la enhorabuena a todo el que cruzaba la meta y agradecida por estar disfrutando de ese momento irrepetible.

Llegó José, emocionado, feliz y con una marca espectacular 4:40:31 cuando horas antes pensaba en retirarse tras la bici debido a su lesión.
Llegó Héctor, emocionado, feliz y con una marca también espectacular 4:53:10, rebajando en más de 2 horas el tiempo del mismo triatlón el pasado año.
Carrerón de los dos.

Mis expectativas fueron superadas con creces. Me quedo con muy buenas sensaciones, con las pilas cargadas, con imágenes impactantes y con la certeza de que hay una gran solidaridad dentro del deporte. Pero por encima de todo, me quedo con el espíritu de superación, con ese "leiv motiv" que se basa en hacer fácil lo difícil, en que nada es imposible, y en que si quieres, puedes.

Debe ser increíble poder vivirlo desde dentro, puesto que desde fuera lo es.

Gracias por compartir un trocito de vuestra aventura conmigo y gracias por los abrazos de la meta, me los quedo conmigo para siempre.

Para ti, que adoras el deporte
Y luchas por lo imposible.

M. Lara

Excelente rendimiento en el tri dx2 de Sevilla

Hoy ha sido un gran día.  Tras meses de duro entrenamiento, llegó la hora de la verdad en el primer triatlon MD de la temporada del club La Janda y del equipo preparado por ArgosDS.
Mi participación estaba en el aire por una larga lesión que me ha tenido sin poder entrenar la carrera durante 9 semanas. Sin embargo,  gracias al empuje y a la motivación de mi compañero de fatigas, Héctor Amado, decidí acudir a la cita.
Mi plan era tomarme la prueba como un "entrenamiento", hacer el sector de natación y el de ciclismo, y abandonar...
Finalmente,  y pese a no estar bien centrado y mentalizado para la prueba (No estaba mentalmente en modo "competición"), tomé un paracetamol y probé a iniciar la carrera a pie.  El buen tiempo (para mi...) en la natación y el buen sector de ciclismo, a más de 35,5 de media, me animaron a seguir.
Pese a no llevar el ritmo de otras ocasiones en el sector en el que mejor rendimiento tengo (Entre 1h:23-1h:30 en la media maratón), me sentí relativamente cómodo (Empecé corriedo a 4:35...) y kilómetro a kilómetro fui motivándome para terminar la prueba.
Los primeros 5-6 kilómetros salieron, para mi sorpresa, sobre 4:35; a partir de ahí empecé a notar la falta de entrenamiento y la sobrecarga en los isquitibiales de la pierna derecha, aunque todavía mantuve un ritmo entre 4:40 y 4:50. Los últimos 6,5 kms, fueron de sufrimiento y dolor intenso, pero ya no me permití abandonar... la meta estaba a sólo media hora!! Me mantuve en un ritmo de 5:00 y algún km por encima de 5 y finalmente crucé la meta en 4:40.
Ha sido muy satisfactorio, aunque está por ver cómo me recupero del esfuerzo... Hoy, 24 horas después, estoy roto y decidido a parar una semana para intentar recuperarme del todo, poder participar y terminar el ICAN de Málaga y, si recuperamos las buenas sensaciones en la carrera a pie, tratar de dar el 100% en el dx2 de la Sierra Norte de Sevilla a finales de junio.

Por otro lado, más satisfactorio si cabe ha sido ver como Héctor,  en el segundo MD de su carrera, ha entrado a sólo 13 minutos de mi. Hace un año, esta fue su primera prueba de triatlón, y su objetivo era "terminarla". Lo hizo, sufriendo como un jabato y finalizando en casi 7 horas.
Hace un año también, me dijo que "no tenía mérito que le ganara"...  Le respondí que en competición, tiene mérito ganar a cualquiera. Esta edición, entrar por delante ha sido todo un reto y me temo que en adelante, en pruebas llanas en las que no tenga el hándicap de su corpulencia en la bici, será un reto mayor aún ganarle. El pupilo se acerca al maestro!!

El entrenamiento diseñado para él seguido a rajarabla, los sacrificios en tiempo invertido, sufrimiento físico y mental en mil y una series; en el agua, sobre la bici, en el gim, por los carriles.... ha dado sus frutos y ya está, en un año, entre triatletas con muchos más años de experiencia que él.

Entrenar a alguien es complicado,  sobre todo cuando no tienes medios objetivos para valorar la evolución (análisis bioquímicos,  tests de esfuerzo, pruebas médicas. ..) y todo se basa en sensaciones, comunicación y observación en entrenos...
Después de esta prueba, insisto en todo lo dicho en las entradas anteriores: Constancia y esfuerzo!!
Todavía hay margen de mejora para nuestro compañero y estoy seguro de que será cada vez mas difícil estar por delante de este gran deportista de competición.
Animo a todos los que deseen ver hasta dónde pueden llegar a seguir sus pasos.
Estaré encantado de poder ayudaros en este camino que tiene su final (Aunque luego se quiere más...) bajo el arco de llegada de una de estas duras y exigentes pruebas de triatlón.